Seleccionar página

Praxinoscopio musical Circus

75,00

 

Tanto en Estados Unidos como en Europa se animaban imágenes dibujadas a mano como forma de diversión, empleando dispositivos que se hicieron populares en los salones de la clase media. Concretamente, se descubrió que si 16 imágenes de un movimiento que transcurre en un segundo se hacen pasar sucesivamente también en un segundo, la persistencia de la visión las une y hace que se vean como una sola imagen en movimiento.

El praxinoscopio es el sucesor del zootropo. Se trata de un ingenio más elaborado cuyo inventor fue el francés Charles Émile Reynaud. Consiste en un tambor giratorio con un anillo de espejos colocado en el centro y una tira con dibujos situada en la pared interior del tambor. Según se hace girar manualmente el tambor, los dibujos empiezan a cobrar vida.

Este praxinoscopio es una recreación de los fabricados en el siglo XIX por su inventor, Emile Reynaud. Va decorado con escenas de circo de principios del siglo XX. Va acompañado de 30 tiras animadas, de las cuales una inmensa mayoría son reproducción de las primeras que Reynaud creó para sus aparatos, y se presentan por primera vez las cuatro animaciones que el inglés Eadweard Muybridge realizó para su fenaquistiscopio.

Está elaborado totalmente a mano y salvo los espejos, por estrictos motivos de seguridad infantil, no encontrará ningún otro componente plástico. Está pues fabricado en madera, metal y latón. Su giro se produce gracias a un cojinete de bolas que le confiere suavidad y silencio.

También contiene un manual con su historia y funcionamiento.

Este praxinoscopio musical tiene incorporada la melodía “El vals del carrusel de Richard Rogers”, la famosa melodía que suena en los tiovivos de todas las ferias. La maquinaria musical se carga con el pivote de latón que los culmina.

Datos técnicos:

Alto: 20 cm.
Diámetro: 16,5 cm.

Disponibilidad:  en stock (1 unidad)

Categoría:

Valoraciones

No hay valoraciones aún.

Sé el primero en valorar “Praxinoscopio musical Circus”